- Campus Iztapalapa producirá biogás y electricidad para laboratorios y nuevas unidades.
- La iniciativa es de cero residuos contaminantes en el medio ambiente y optimizará los recursos financieros.
Ciudad de México, 15 de julio de 2019. TecNM/DCD. El Tecnológico Nacional de México producirá biogás y electricidad en el campus Iztapalapa, para auto suministro en laboratorios, nuevas unidades académicas y cafetería con lo cual se abatirán los gases de efecto invernadero, hacer eficiente el consumo de energía, optimizar los recursos financieros y reducir la contaminación del medio ambiente.
A partir de agosto próximo, cuando inicia el nuevo ciclo escolar 2019-2020, el nuevo edificio académico del campus Iztapalapa del TecNM implementará un sistema de biodigestores que permitirá generar energías limpias con base en la biomasa del nopal y residuos orgánicos de la misma institución.
Todo está listo para implementar una innovación tecnológica de manufactura nacional, con la cual, el TecNM se convierte en la institución de educación superior pionera en el uso de energías no contaminantes en su infraestructura educativa.
Se trata del proyecto “Aplicación de la biotecnología y de la ingeniería para generar biogás, electricidad y biocombustible, con la biomasa del nopal y residuos orgánicos”, desarrollada por Miguel Ángel Aké Madera, actual director del plantel y reconocido investigador en el ámbito de las energías renovables y Rogelio Sosa López, su socio tecnológico.
Con los resultados alcanzados en más de diez años de estudio, y luego de un trabajo de reingeniería, Aké Madera logró la reconversión del sistema de combustión de vehículos de diversos años y modelos a los que se les colocó un sistema de conversión en la admisión del combustible y un tanque para el biogás, concluyendo que el biocombustible tiene un rendimiento similar a la gasolina, pero es más barato.
El vehículo reconvertido a biogás se desempeña óptimamente en autonomía, rendimiento, potencia aceleración y velocidad como la gasolina o gas natural, destacó el investigador.
Generación de energías limpias
Gracias al interés del maestro Aké Madera por hacer viable la sustentabilidad, ofreció el apoyo técnico a la instalación y operación de biodigestores en el nuevo edificio que se construye en el campus Iztapalapa, cuya obra civil estará concluida cuando se reanuden clases en agosto próximo, al iniciar el nuevo ciclo escolar.
Mencionó que el edificio escolar contará con un sistema de generación de energía a través de la biomasa del nopal, residuos orgánicos y celdas solares, único en su tipo. Se abrirán siete aulas nuevas y cuatro laboratorios para las carreras que se imparten en el Tecnológico de Iztapalapa: Ingeniería Industrial, Ingeniería en Gestión Empresarial, Ingeniería Mecatrónica e Ingeniería en Sistemas Computacionales.
El biogás representa una verdadera alternativa al uso de los hidrocarburos convencionales al ser renovable, limpio y sustentable; particularmente en la Ciudad de México el impacto es altamente positivo debido a que ya se han tenido contingencias ambientales que han obligado a suspender clases, señaló Aké Madera.
Agregó que con la operación de los biodigestores se espera también un ahorro económico considerable, pues está previsto que generen 60 metros cúbicos de biogás, equivalentes a 60 litros de gasolina por día o 86 mil 400 kilowatts de energía eléctrica anual. El sistema en conjunto de biodigestores y paneles solares suministrará el 63% de la demanda de energía del edificio.
Este impacto económico se traduce, a un ahorro del 40 por ciento menos que los costos actuales del gas comercial. Además, reduce los gases de efecto invernadero, está libre de ácido sulfhídrico, causante, éste último de la lluvia ácida, y como consecuencia no produce daño ambiental.
El investigador destacó que la nueva infraestructura facilitará que las comunidades estudiantil y docente se sensibilicen en áreas como la ética ambiental, realicen prácticas y conozcan de manera vivencial cómo operan los biodigestores.
Asimismo, a mediano plazo permitirá avanzar en proyectos de investigación en el uso de energías renovables, en el estudio de otras biomasas como la del aguacate, (proceso que tiene patentado) o el sargazo, cuyos resultados preliminares destacan que se puede producir alginato para la industria alimenticia y otros elementos para medicamentos contra el cáncer, diabetes y otros padecimientos, además de biogás para generar energía, alga que ha causado graves problemas a la industria turística en el Caribe mexicano.
Más de 10 años de estudio
En 2007 el profesor Aké Madera inicia la búsqueda de alternativas en el uso de energías fósiles, altamente contaminantes y que, además representan un alto costo económico. Así, comienza su proyecto una vez que la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y el Instituto de Investigaciones Eléctricas de la Secretaría de Energía avalan la viabilidad del proyecto de referencia.
Para el 2015, el trabajo de Aké Madera recibe el Premio Nacional del Trabajo, que anualmente otorga el gobierno federal por las aportaciones, en materia de biotecnología e ingeniería, para generar energía limpia.
A más de diez años, el proyecto ha sumado varios logros entre los que destaca el funcionamiento de vehículos con combustión a biogás y gas natural.
Proceso de elaboración
Miguel Ángel Aké Madera explicó que la generación de biogás, a través de la biomasa del nopal, conlleva un proceso cuidadoso y controlado que inicia con la siembra del nopal. La nobleza de este cactus se evidencia desde muy temprana edad a su siembra, pues a los dos meses ya está apto para el consumo humano. A los cuatro meses es posible su utilización para la elaboración de productos químicos, médicos y cosméticos. Asimismo, el mucílago del nopal se utiliza como pegamento y para elaborar pintura orgánica.
“Cuando el nopal ya está maduro se tritura, se introduce en el biodigestor con agua, cal y otras sustancias, que naturalmente provocan la fermentación, lo cual conlleva al desarrollo anaeróbico –proceso por medio del cual los microorganismos descomponen la materia biodegradable en ausencia de oxígeno-, para producir el biogás”, detalló.
El investigador indicó que el combustible resultante requiere pasar por un procedimiento de limpieza, para el cual se utiliza agua. El agua residual se recupera y se reutiliza como fertilizante en los plantíos de nopal lo que incrementa la productividad, cerrando un círculo virtuoso en la producción y utilización de esta planta cactácea originaria del continente americano. atec/zfa
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